Hablar de la palabra belleza puede resultar bastante abrumante, porque a mi modo de ver este concepto es muy subjetivo, y su definición depende del lugar y momento en el que nos encontremos. En este ensayo partiré del planteamiento de Umberto Eco sobre la belleza para luego remitirme a mi opinión personal acerca de la misma.
Para iniciar la belleza se puede definir cómo: La cualidad de una persona, animal o cosa capaz de provocar en quién los contempla o los escucha un placer sensorial, intelectual o espiritual. Con esta definición se podría deducir que la belleza va de la mano con el placer, como lo plantea inicialmente Umberto Eco. Es decir, si sentimos placer cuando observamos una mujer o un hombre que nos atrae podemos también de cierta forma llamar a ese placer belleza, ya que nos sentimos atraídos hacia esa persona y creemos que es bella o bello.
En épocas anteriores la belleza era vista de diversas maneras. Para algunos artistas la belleza se encontraba en las mujeres que cotidianamente escondían su cuerpo detrás de su vestimenta, querían plasmar la desnudes de una manera abierta, sin tabús y sin morbo. Como en la época del renacimiento en donde los artistas se dejan guiar por sus instintos y se lanzan a mostrar la belleza perfecta, por medio del desnudo. Por ejemplo Miguel Ángel, un artista renacentista que se atrevió a hacer una escultura del David bíblico desnudo, listo para enfrentar a Goliat, convirtiéndose en una de las esculturas más importantes de la historia. Y así sucedió con muchos otros. Para Umberto Eco la belleza depende del momento histórico en el que nos encontremos, claro sin dejar de lado las necesidades y el contexto de cada lugar o situación. Aunque de cierta manera siempre hemos dependido de los artistas para conocer, ver o entender la belleza, con el pasar del tiempo el hombre ha evolucionado a tal punto de crear un significado propio del concepto belleza.
Para él, la belleza puede estar detrás de una máquina, de las manos de un mecánico, de un tablero de clases y hasta de la muerte, depende del ángulo por donde se mire. También asegura que la belleza puede estar presente en situaciones en la vida, como la bella persona que ayuda al enfermo. En una clara definición, para Umberto Eco, la belleza es todo lo que nos rodea, todo lo que vivimos a diario, todo lo que percibimos por nuestros sentidos y todo lo que sentimos en nuestro diario vivir.
Es muy válida la posición del autor, respetable y en su totalidad compartible. Muchas veces no nos detenemos a apreciar la belleza de manera detallada y verdadera. En este punto el consumismo y la publicidad entran a jugar un papel importante cuando hablamos de la belleza y de la provocación, la cual vivimos constantemente. Esa belleza que intentan vender los medios de comunicación, en la que se perdió por completo la naturalidad, en la que solo prima la necesidad de vender, de mostrar y en la que solo existe el morbo. Con esto no me refiero a que en el pasado las mujeres no se desnudaran, porque también lo hacían, me refiero a que anteriormente no se veía con la misma perspectiva de ahora. El amor por lo bello y por la perfección estaban presentes cuando de admirar una pintura o una escultura ya fuera en una mujer o en un hombre desnudos se trataba. Por el contrario lo que se busca actualmente es vender y explotar el cuerpo y la desnudes al máximo. Aunque el concepto de belleza está plasmado de manera diferente en la mente de cada persona y de cada contexto, valdría la pena hacernos alguna vez esta pregunta, ¿Sabemos que es belleza?